De unas cejas obscuras e infames observo esos ojos, esos que ya no tiemblan, no tropiezan cuando estoy cerca, no. Ahora tropiezan y de van no se dónde, no importa dónde.
Tu cariño sale ya sin fuerza como el cava de una botella que lleva mil veranos abierta...
Nunca vi pupila tan hueca y vacía de ganas, mas aciagos tus ojos cuanto mas te acercas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario